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Diario personal de algo más que un viaje de vuelta al mundo.

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Lugar: Sabadell, Barcelona, Spain

miércoles, mayo 30, 2007

A tope por Centroamérica!!!

Granada, Nicaragua.- Tras pasar unos buenos días en Panama City y quedar absolutamente asombrado por el potencial de esa ciudad y pais, decidí empacar la mochila y seguir la ruta hacia el norte. Tomé un bus nocturno que me llevó hasta Bocas del Toro. Se trata de un archipiélago de islas justo en la frontera con Costa Rica.

Antes de llegar Bocas llevaba la idea de estar allí unas 3 noches, pero en cuanto desembarqué de la lancha ya sentí que aquello no iba conmigo y que me estaría poco tiempo. Tal vez el archipiélago estuviera bien, pero lo vi todo tan turístico que me echó para atrás. Dejé la valija en el hostal y me fui a recorrer la ciudad. Sólo hacía que ver hoteles, restaurantes, pequeños comercios con la curiosa mezcla de arquitectura yankee y centro americana... todo muy turistico. Seguidamente cogí una lancha y fui a vistar Isla Bastimentos, la isla vecina. Fue espectacular ver la diferencia de gente que hay entre el resto de Panamá y los habitantes del archipiélago. Los nativos de allí son "garífunas". Gente de piel muy negra que habla un extraño inglés, un inglés casi inventado diría yo. Llegué a una playa después de caminar 40 minutos un deslizante sendero que justo pasaba por en medio del cementerio (algún salto había que dar para no pisar tumbas). La verdad, la playa no era nada del otro mundo... un par de chapuzones y me fui de vuelta al hostal a descansar.

Por cierto, en Bocas del Toro me apareció una infección en el labio inferior que me impidió comer con normalidad durante 4 días (debido al exceso de sol). Me salieron unos herpes feisimos que me inflaron el labio, muy feo... pero bueno, con cremitas y cuidado se me fue yendo, no era la primera vez que me pasaba ;)

Al día siguiente decidía marcharme... los viajeros me recomendaban hacer un tour que te llevaba a otras islas mucho más bonitas pero pensé... "este mes no puedes gastarte ni los 16 USD que cuesta el tour, y ya estuviste en las maravillosas playas de San Blas". Así que... decidí tirar millas e irme para Costa Rica.

Justo en la frontera de Costa Rica conocí a Jose y Vivu; una pareja de viajeros, él de Cáceres y ella porteña, de arriba a abajo. Es curioso, en las fronteras es uno de los lugares donde más gente he conocido jejejeje. Una vez pasada la frontera y habiendo pagado el impuesto revolucionaro de 6 USD para los viajeros que no llevamos billete de salida del pais, tomamos un bus hacia Puerto Limón. Y... por el amor de Dios! qué lugar más horrible! qué feo!!! de todas maneras Jose, Vivu y yo solamente queríamos estar allí para al día siguiente ir al PN el Tortuguero.

Nos levantamos por la mañana y empezamos la odisea para llegar hasta allí: 3 buses y 1 lancha nos llevaron hasta el pequeño pueblo de El Tortuguero (8 h de viaje). Allí fuimos al alojamiento más barato que encontramos, 5 USD, y cuyo mayor reclamo publicitario era "Clean Water". Por allí conocimos a una parejita catalana de recién casados que nos arrasaron con preguntas sorprendidos del tiempo que llevabamos viajando (Jose y Vivu 5 meses, yo casi 5). Aunque parezca soprendente la mayoría de viajeros que me estoy encontrando ya llevan cargando su mochila unos cuantos meses, e incluso no es raro encontrarse con alguno que supera el año. Vivu, Jose y yo nos mirabamos diciendo "los extraños son ellos" jejejeje.

El PN el Tortuguero es una zona selvática donde abunda la fauna salvaje como caimanes, cocodrilos, monos, ranas y otros bichejos. Las actividades que hicimos fueron una ruta en canoa por los rios de alrededor del pueblo, una excursión caminando a lo alto de un cerro para ver todo el paisaje, y finalmente a la noche caminar por la playa en búsqueda de ver alguna tortuga desovar. Sabíamos que esa no era la temporada para las tortugas, pero igualmente caminamos como 3 h sin suerte alguna... lástima! en otro lugar las veré.

Del PN el Tortuguero nos movimos a San José donde allí nos separamos. Jose y Vivu se iban por otra ruta y yo quería salir rápido de Costa Rica. Desde la capital me fui, junto a un grupo de viajeros de Noruega, Nueva Zelanda y Ausrtalia que conocí en la parada de bus, a La Fortuna con la idea de visitar el volcan Arenal. Los 6 nos hospedamos en un pequeño pero limpio y nuevo hostal. Esa misma tarde nos fuimos en un tour (dale 23 USD más porque los de Costa Rica no tienen huevos a poner un transporte digno) a las faldas del volcán. Allí estuvimos hasta el anochecer y fue maravilloso... desde la falda del volcán podías oir y ver cómo enormes rocas envueltas en fuego salían expulsadas del cráter y rodaban sobre su loma formando un rio de lava. Tomar fotos con una cámara digital corriente se hace casi imposible así que memoricé el ruido de las explosiones y el fuego desprendido por el volcán. Después de esto nos fuimos a un lugar natural de aguas termales donde nos pegamos un bañito y jugamos a deslizarnos por una rampa, fantástico día!

Y tan solo fue eso lo que visité de Costa Rica, tan solo quise estar 6 días, no más. El pais es bonito y sé que tiene muchas más actividades y lugares para conocer, pero vi tan exagerado que todo estaba montado para sacarle dólares al turista que me quise marchar. Además el presupuesto del mes ya estaba sobrepasado con lo que tuve que renunciar e irme a Nicaragua.

Tras esperar unas 2 horas sentado en la cuneta de la Carretera Panamericana (atraviesa todo el continente americano de norte a sur) tome el bus hasta la frontera con Nicaragua. Las fronteras es un lugar curioso donde encuentras gente de todo tipo; ricos circulando con sus mega carros 4x4, gente pidiendo monedas, cambistas de dinero, ladrones, sospechosos, policias, de todo... pero lo que más me llamó la atención fue a la gente que me ofrecía rellenar el papelito de inmigración a Nicaragua. Es un documento que como mucho tarda 30 segundos en ser rellenado, pero ellos a cambio de unas monedas te lo hacían. ¿Se pensarían que no sé escribir? "jelou mai fren, ai brait you de peiper, mai fren". También me ofrecían taxis por un precio astronómico hasta el lugar donde quería ir "amigo, por ser tú te lo dejo en 20 USD, ten cuidado porque a estas horas no hay buses para donde tu vas". Cierto, no había buses directos, pero haciendo escalas no había problemas. Cuando les explicaba con detalles la ruta que iba a seguir en bus y que no me costaría más de 2 USD se miraban entre ellos diciendose "a este le han informado bien". Iros a la mierda coño!!! antes tenía rabia al gremio de los taxistas, pero es que ahora me parecen además repugnantes y mentirosos.

Llegué a San Juan desanimado, cansado, muy decaido. No todo es bonito en el viaje y es que estos trayectos en bus son muy agotadores y liman mucho la moral. Al levantarme al día siguiente noté que algo pasaba, seguía chafado y me habían salido unas ronchas rojas en los brazos, piernas y espalda (rollo varicela). Estuve todo el día con unos picores horrorosos que me hicieron ir corriendo al Centro de Salud. Allí me diagnosticaron una alergia debido a no saben qué; quizás el sol, pulgas (me encontré unas en la cama de Bocas del Toro), el repelente de mosquitos nuevo (OFF orange, apto para alejar a los dinosaurios), vete tú a saber qué... el caso es que estuve esos días en San Juan muy jodido, duchandome a cada poco para aliviar el dolor. Además estaba en un alojamiento feo donde podías oir tras la pared las fiestas que se montaban las ratas.

Después de un par de días me fui a la Isla de Ometepe en el Lago Nicaragua. En el ferry que me llevaba a la isla conocí una pareja madrileña, eran buena gente. Mi opinión sobre Nicaragua cambió en la Isla y es que en San Juan lo había encontrado todo muy turístico, lleno de adinerados surferos asutralianos, y además la gente no era muy amable. En cambio en la isla todo era diferente, apenas habían turistas y la gente de las aldeas era encantadora. Un día alquilé una bici para hacer una ruta por la isla y todo el mundo me saludaba. Casi me sentí como el Felipe y Leti, sin parar de saludar. Todos me sonreían y daban los buenos días. Así da gusto viajar! Pasé parte del día en el nacimiento de un rio que está justamente entre los dos volcanes que reinan la isla.
Y tras esos días en la Isla de Ometepe y ya con las pilas a tope me vine a Granada, donde me encuentro ahora. Este tranquilo y encantador pueblo colonial te hace sentir como si estuvieras en cualquier pueblo de Castilla en España. Las casas son iguales! Hoy está lloviendo y he decidido quedarme aquí para relajarme, leer, escribir en el blog, trazar la ruta que me llevará hasta Guatemala, y poco más.

Mañana me iré a León donde pasaré un par o tres de días y luego... dirección Guatemala!!!! (ya veremos si cruzando Honduras o El Salvador, ya veremos...).

Raúl

sábado, mayo 19, 2007

Hasta pronto Sudamérica!!! y ahora... a por Centroamérica!!!

Ciudad de Panamá, Panamá.- Tras poco más de 4 meses de viaje ya he dejado en continente sudamericano. Antes de salir de viaje tenía mucha ganas de visitarlo, por lo que había leido, por lo que la gente me hablaba, por loque me había imaginado, y la verdad... ha superado de largo las expectativas que tenía. ¿Qué es lo que más me ha gustado? claramente... la gente. Todos los que he conocido son personas sencillas, amables, hospitalarias... se han portado muy bien conmigo y allí he dejado un montón de amigos.


Para mí el haber salido de Sudamérica es un hasta luego ya que en cada uno de los paises que he visitado me he dejado alguna zona por ver... descubir más playas y volver a gozar de la fiesta de Rio de Janeiro en Brasil, concer las ciudades y parques nacionales que me dejé Argentina, el desierto de Atacama y navegar por los fiordos patagónicos de Chile, explorar la selva del PN Madidi en Bolivia, navegar el rio Amazonas desde Iquitos a Leticia y surfear en las playas de Perú, conocer Cali, Medellín y la región cafetera de Colombia... pero lo más importante, volver a ver a todos los buenos amigos que he hecho allí... También quedan otros paises por explorar, Venezuela, Paraguay... osea que... Sudarmérica, nos vemos muy pronto!!!
Los últimos días en Colombia seguí entre Taganga y el Parque Tayrona, tranquilo, relajado y sobre todo cargando las pilas para visitar Centroamérica. Volvía visitar la casa de la familia de Tayrona, bañándome en el rio, ayudándola a hacer pan, siendo devorado por mosquitos y garrapatas, haciendo la dieta del patacón con guineo y coco con salsa de coco... es broma, ya lo sabes!!! lo mejor sin duda de esas 3 semanas que estuve por la zona de Santa Marta fue haberla conocido a ella.

Durante mis últimos días en Colombia hice lo posible para conseguir un barco qeu me llevara desde Cartagena hasta Islas San Blas en Panamá, pero fue imposible... El barco tardaría varios días en salir y yo no quería pasar ni una sola noche más en la ratonera de de habitación en la que me había metido en Cartagena, qué horror!!! qué asco! sin apenas luz, sin ventana, húmeda, pequeña, sucia, llena de mosquitos... de lo peor hasta ahora.

Finalmente compré un ticket de avión para el mismo día, Cartagena - Panamá City. En cuanto llegué a la capital de Panamá ya pude respirar que ese iba a ser un pais diferente al que me había imaginado, tenía la pinta de ser mucho más avanzado y moderno y un tanto influido por los norte americanos... pintaba bien!

Al día siguiente de llegar y sin haber podido ver nada más que la habitación del hostal, a las 6 h am tomé un vuelo a El Porvenir en el Archipiélago San Blas. Este grupo de islas pertenece a la comunidad Kuna Yala que bajo unas estríctas normas tiene protegido el archipiélago ante los desos yankees y europeos de montar hoteles y grandes agencias de turismos. Ese archipiélago de islas es increible, playas desiertas de agua turquesa y arena blanca, islas del tamaño de media pista de fútbol sala donde solamente vive una familia... pero lo mejor, uno de los pocos lugares en el mundo sin ser explotados... es maravilloso!

Me hospedé en el hotel San Blas y allí coincidí con una pareja de recién casados de Nueva York y un grupo de misioneros de la iglesia. Hacía 2 salidas en barco, una a la mañana para irme a una de las islas de la zona a tomar el sol, tirarme en la arena a no pensar en nada, leer... en fin, hacer nada! una de las personas que conocí en el hotel fue Martín, un panameño que vive en la capital, el cual me contó cosas intersantísimas sobre el pais y los trabajos a los que se había dedicado. En las islas estuve 3 días y en fin... las fotos hablan por sí solas, estas islas "de postal" son las más bonitas que jamás he visitado y probablemente visitaré, estás sí son realmente vírgenes, sin explotación turística!


La vuelta a la Ciudad de Panamá la hice por mar y tierra, tardamos 4 h en total pero tuve la oportunidad de ver la densa selva de la región Kuna Yala. Fui montado en la caja de un carro Toyota junto a unos trabajadores de las islas.

Una vez en Panamá City me dediqué a visitar la ciudad con un gran guía, mi amigo Martín. Él me ha explicado muchísimas cosas sobre el pais y la ciudad y... la verdad es que me ha sorprendido totálmente. Tras la recuperación del Canal de Panamá este es uno de los paises más prósperos del mundo, y ello se ve reflejado en las edificaciones de la ciudad. Sin duda, una de las ciudades para venirse a vivir... y además las panameñas son guapísimas! ;)

Tras 3 días visitando la ciudad de manos de Martín compré un billete de bus para ir a Bocas del Toro. En 3 horas lo tomo y me espera un viaje de 10 h. Salgo a las 20 h y llego a las 5 h, donde tendré que coger un barco para uqe me acerque a este grupo de islas caribeñas. Estaré allí 2 ó 3 días y después... Costa Rica!!!


Raúl
PD: pulsar el dibujo de la cámara para ver las fotos

viernes, mayo 04, 2007

A ritmo de vallenato

Taganga, Colombia.- Tras tantos días de montaña, desierto y altitud esperaba con muchas ganas la visita a Colombia, playas bonitas, palmeras, por las calles ritmo musical y amable, la dulzura de la gente, no sé... aquél ambiente caribeño con el que alguna vez había soñado...


Tomé el vuelo en Lima (el taxista que me llevó al aeropuerto me quiso timar... no amigo, te jodes que no caí en tu trampa) solo y llegué a Cartagena de Indias acompañado de 3 isralitas, 2 chicos y 1 chica. Conviví con ellos 4 días en un apartamento en un barrio de la ciudad, qué cosas tiene el viaje! pasas de estar solo unos días a comprartir casa con israelitas, esta es una de las cosas que me gusta! Durante esos días, además de conocer mejor su cultura, tuve tiempo de visitar Islas del Rosario y Playa Grande, lugares preciosos de arena blanca, palmeras, aguas cristalinas y... lugareños que te quieren vender hasta la camisa. Además, al enterarse de que hablas su mismo idioma se hacen más pesados, bufff, qué horror!




Tras los 4 días me mudé ya solo al centro de Cartagena donde es mucho más bonito y hay menos israleitas... buf! hay en todos lados! por fin me deshice de ellos jejejeje. Allí pasé un par de noches en un hostal feo y oscuro pero bueno, al menos tenía televisión por cable donde se podía sintonizar Antena3 y enterarse uno de los cotilleos que hay en España (todavía sale Pipi en la tele? qué asco!).



Después de un caótico y largo viaje en bus me fui a Taganga, un pequeño pueblo pesquero que, aunque bastante turístico, es muy tranquilo y pacífico. A la llegada, cansado del viaje y todavía cargando la mochila le metí bronca al dueño de un hostal por los altos precios que ponen, y es que cuando se ven en la LonelyPlanet se les va la cabeza e incrementan los precios, menuda trampa!

En Taganga conocí a Charles y una chica israelita (nunca consigo acordarme de esos nombres tan complicados) y fuimos a visitar el Parque Tayrona, aproximádamente a 30 km de Santa Marta. Es un lugar donde se mezclan la selva y unas preciosas playas de agua cristalina y altísimas palmeras. Para llegar al lugar del alojamiento fue muy divertido ya que caminamos 1 hora y media por el sendero de la selva y procurando que un coco no nos abriera la cabeza. Cuando los cocos maduran caen automáticamente al suelo y con una fuerza increible, lo suficiente como para abrirte la cabeza. En el Cabo durmimos en hamacas y allí pasamos 3 días donde nuestro único trabajo era ir de la hamaca a la playa, de la playa a comer, y de ahí a la hamaca... y cuando pasa eso los kilos se te ponen en el culo rápido jejejeje. Allí conocimos a 2 colombianos muy divertidos, Alejandro y Álvaro, vaya días más divertidos pasamos con ellos! también montamos un partido de fútbol, buenísimo!




Allí en el Cabo del Parque Tayrona fue donde conocí a una chica que trabaja allí mismo cocinando y vendiendo pan (bollos) a lo turistas (están riquísimos). Aquellos días hablamos durante un rato y el día que me marchaba solo de vuelta para Santa Marta coincidimos en el camino de salida. Me invitó a casa de su tia y acepté la invitación. Allí pude ver una auténtica casa de familia colombiana donde estaban trabajando el coco. Luego nos fuimos juntos para Santa Marta y quedamos al día siguiente, me estuvo contando muchas cosas de su pais y me ayudó a conocer mejor las costumbres colombianas. También me llevó hacia otros lugares cercanos para conocerlos, pero lo mejor fue que me dio la oportunidad de hospedarme en casa de su familia en Tayrona. Allí pasé 5 días ayudándola en los trabajos de la casa y conociendo mejor las costumbres de su pais y su familia. La experiencia fue muy buena, es la primera vez en el viaje que convivo en casa de una familia del lugar, le estoy muy agradecido (a pesar de tener que cargar a la espalda bolsas de 40 kg caminando por la selva a oscuras, siendo comido por los mosquitos y vigilando de no pisar ninguna culebra jejeje).



Tras unos días en el parque de Tayrona fuimos al Cabo de la Vela en La Guajira. Durante el trayecto en la camioneta un señor del lugar me pidió por favor que dejara allí la raza, que quería tener un sobrino de ojos azules, que por favor le hiciera un hijo a su hermana. También consiguió que me emborrachara a pleno medio día ya que tuve que seguir su ritmo cervecero, para él era una desprecio que le rechazara las cervezas... cervezas que al final tuve que pagar... hijo de p... pero bueno, la verdad es que fue realmente diveritdo.


Después de pasar el fin de semana en el Cabo de la Vela retornamos al Parque Tayrona unos días y después otra vez aquí, a Taganga, lugar donde ahora me encuentro muy tranquilo y relajado.
Raúl