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Diario personal de algo más que un viaje de vuelta al mundo.

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Lugar: Sabadell, Barcelona, Spain

miércoles, agosto 29, 2007

Siguiendo la ruta hacia Asia

Creel, México.- Antes de llegar a un país o a una ciudad, quieras o no, siempre tienes una idea de lo que puede llegar a ser. Antes de iniciar el viaje y sin conocer nada de México pensaba que la capital sería una selva, muy peligrosa y sin nada interesante a ofrecer. Una vez en México, y por lo que me contaba otros viajeros, me decían que estaba muy bien, que merecía muy mucho la pena pasar unos cuantos días allí...
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Pues después de haber pasado por México DF me paree que es una ciudad interesantisima, muy acogedora y con infinitas actividades a ofrecer. Es uno de esos lugares en los que se respira cultura y actividad, ¡me encantó! me metí en un hostel que me recomendó mi amigo argentino Javier y era perfecto, muy bien ubicado y con ambientazo. En mi misma habitación tenía como "roomies" a Juan (Valencia) y Diego (Alicante). Ambos viajan "solos" pero se conocieron en ese hostel. Así que... eramos la Spanish room! son unos tios cojonudos. Con ellos estuve callejeando la ciudad para arriba y abajo, fuimos a algún museo juntos, salimos de copas, etc.
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Una de las actividades destacadas en la ciudad y que más me ilusionaba hacer desde que llegué a México era presenciar un combate de "lucha libre" mexicana. Para el "Coliseo" que nos fuimos y... maravilloso! qué forma de reír! hacía tiempo que no lo pasaba tan bien. Para que el que no sepa lo que es... viene a ser la versión más cutre salchichera del Wrestling americano de Hulk Hogan y cia. La cosa es que los mexicanos se dejan la vida ahí y son auténticos fanáticos de los enmascarados que luchan ahí (http://www.cmll.com/). A la salida nos tomamos unos tacos en la calle y au! para el hostel porque por la noche la cosa está chunga por las calles.
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Y... allí en México DF me convertí otra vez en estudiante, sí sí, ahora mismo está escribiendo un estudiante de periodismo de la Pompeu Fabra, al menos eso es lo que dice mi carné de estudiante internacional. Y no es falso! lo único falso fue la documentación que Diego, Juan y yo entregamos a la oficina donde expiden los carnés. Con este carné actualmente estoy consiguiendo buenos descuentos y entradas gratuitas en muchos lugares, muy bueno!
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Otra de las actividades fue ir a ver las ruinas de Teotihuacán. Me presenté allí y estaba lloviendo muy fuerte... el caso es que había hecho un viaje de 2 horas para verlas y no me iba a volver igual que llegué. Así que me puse el chubasquero y mi objetivo fue el de subir a la pirámide del sol, de 60 metros de altura. Fue una locura porque me empapé totalmente, buf! qué horror! eso sí, llegué a coronar la que dicen que es la tercera pirámide más alta del mundo (más que la de Keops en Egipto).
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Tras 4 ó 5 días allí ya tocaba seguir la ruta y, una vez más, me tuve que despedir de estos buenos amigos, Juan y Diego. Ellos siguen juntos la ruta hacia el sur y yo voy para el norte, así que... "hasta pronto"!!! nos vemos por España para echar unas medianitas y un bocata de jamón ;)
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Agarré el bus y me presenté después de 6 horas en Guanajuato. Ésta es una ciudad colonial muy bonita que tiene como peculiaridad el que justo debajo hay una red de túneles y calles. Es como si hubiera una ciudad debajo de otra. Además a los lados de la calle principal hay una infinidad de callejones estrechos donde perderse. Allí pasé un par de días y, tras 8 h cambiando hasta 6 veces de bus llegué hasta Real de Catorce.
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Real de Catorce es conocido como un ex-pueblo fantasma y por su entorno desértico. También justamente allí se rodó la película "The Mexican" protagonizada por Brad Pitt y Julia Roberts. El caso es que iba bastante ilusionado por encontrar algo diferente y especial pero... lo que es el pueblo me desilusionó mucho. Ahora mismo es muy turístico y la prueba es que el 90% de los locales viven del turismo, restaurantes, hoteles, tours, etc. En cambio el entorno es maravilloso... hice una excursión en caballo junto a 2 mexicanos muy divertidos que habían ido allí para trabajar. El lugar donde llegamos era maravilloso por sus vistas del desierto. Para acabar de disgustarme el pueblo me llevé un buen susto cuando un perro pastor alemán me sorprendió por un lado y me mordió en el culo. Me hizo un buen rasguño y por suerte lo puedo ahuyentar antes de que me mordiera más...
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En fin, con esto seguí la ruta para Chihuahua. Me esperaban 12 horas de bus! El primero que tenía que coger se me escapó y por suerte mis coleguillas mexicanos de la excursión en caballo me subieron a su camión y me llevaron a la ciudad donde tenía que agarrar el bus para Chihuahua. Después de pasar la noche llegué a las 6 h de la mañana a mi destino. Me alojé en un hotel de mala muerte y di unas vueltas por la ciudad. La verdad es que no me gustó nada de nada y fue la primera de México donde no me encontraba a gusto. La gente no era para nada agradable y además me miraban bastante mal. En Chihuahua también comprobé lo que intuía, que cuanto más al norte más americanizado está el país. Los coches, los carteles en las tiendas, la forma de vestir de la gente, ya es bastante yankee (aunque con un toque bastante vaquero).
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Compré el billete de tren de la ruta Chihuahua - El Pacífico y a dormir! Esta ruta de tren es muy famosa por lo espectacular el paisaje. Se trata de una máquina bastante rústica que va justo por un cañón que es 4 veces más grande que el Gran Cañón del Colorado en Arizona.
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Ahora mismo me encuentro en Creel, una de las paradas del tren. Llevo un par de días aquí y me encuentro muy bien, es muy tranquilo y tiene un entorno único, muy bonito. Duermo en un hostel donde he conocido viajeros como yo y seguramente siga la ruta con uno de ellos. Mañana tomaremos el tren hasta el Pacífico, y de ahí un ferry para la Baja California. La ruta seguirá hacia el norte hasta llegar a San Francisco en Estados Unidos
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Y... de San Francisco... a Hong Kong!!! el 18 de septiembre me plantaré en Asia. En Hong Kong sacaré la visa para China y por allí me perderé, tal vez llegue hasta el Tibet, tal vez me iré para el sur, no sé, ya veremos... como siempre, el mejor plan es no tener plan...
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Raúl

domingo, agosto 19, 2007

En el mejor momento

Oaxaca, México.- Durante los más de 7 meses que llevo viajando mi estado de ánimo, sensaciones y sentimientos han ido variando mucho, en realidad no han hecho más que fluctuar entre la satisfacción de estar donde estoy y la nostalgia por lo que tengo a miles de kilómetros de aquí. Desde hace unas cuantas semanas atrás esta sensación ha dado un paso adelante; ahora, después de todos estos meses, puedo decir que me siento 100% libre, tranquilo y en paz conmigo mismo. Me siento liviano y con la noción del tiempo totalmente perdida; a veces no sé si es jueves o domingo, martes o viernes, día 15 ó 25. Realmente nunca antes había tenido este sentimiento, ¿se le puede llamar felicidad? no lo sé, tal vez, pero sea lo que sea es maravilloso sentirse así.
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Tras dejar la americanizada Isla Mujeres me fui a visitar las ruinas de Chichen Itzá, recién elegida como una de las 7 maravillas del mundo. La visita de las ruinas estuvo buena y muy interesante, pero ni mucho menos tuve la misma sensación que cuando visité otras maravillas... Machu Picchu fue algo impresionante y que te ponía los pelos de punta, en cambio Chichen Itzá... están interesantes, buena visita, pero para mí no pasa de ahí. El mismo día agarré el bus con dirección a Mérida donde me fui a reencontrar con Bet, mi buena amiga de Reus. Fue una situación bastante chocante y es que hacía ya 7 meses que no la veia, y más de 5 a alguien conocido. Justamente el mismo día que inicié el viaje estuve desayunando con ella y nos dimos un buen abrazo de despedida.
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Bet se acaba de mudar a Mérida para estudiar durante un año. La vi bien aunque un poco temerosa, hace solamente llevaba una semana en el pais y apenas conocía a nadie, pero... seguro que todo le va a salir bien, no tengo la menor duda! Estuve 3 días con ella visitando la ciudad y haciendo alguna excursión como la de los cenotes. La península del Yucatán está llena de aguas subterráneas y en algunos lugares hay unas cabidades en la tierra por donde asoman estas aguas. Son totalmente cristalinas y limpias, y allí han montado unas escaleras para bajar y pegarse unos buenos baños. Con el calor que hace por el Yucatán el día que pasamos en los cenotes fue buenísimo y, sobre todo, refrescante.
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Me supo muy mal estar tan poco tiempo en Mérida con Bet pero... el viaje tiene que continuar. Durante este tiempo lo he pasado muy bien con mucha gente pero me he tenido que despedir con un "hasta pronto", así es el viaje. Tomé un bus de noche a Palenque y allí me presenté a primera hora de la mañana. Durante el trayecto en bus hice un amiguete isralí muy majete, Jonathan. Nos fuimos a unas cabañas retiradas del pueblo que nos sirvieron como campo base para visitar las ruinas y un par de cataratas. Las ruinas mayas de Palenque no tienen nada que envidiar a las de Chichen Itzá, aunque las cataratas sí lo tienen que hacer a otras que he visto... pero bueno, me pegué un buen bañito y sobre todo me lo pasé bien viendo cómo los mexicanos hacen el dominguero allí (con sus neveritas de bebidas, sus tacos, su mantelito en el cesped, su música...).
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Después de Palenque seguí la ruta a San Cristóbal de las Casas, en el estado de Chiapas. San Cristóbal es un pueblo colonial que, a pesar de lo muy turístico que es, todavía conserva su encanto. Allí me hospedé en un hostel de altísima calidad, hacía mucho tiempo que no dormía en una cama tan buena ni me duchaba en un baño tan limpio. Allí conocí un grupo de israelitas muy majos y sobre todo un par de madrileños divertidísimos, Dani y Lara. Con estos últimos fuimos a hacer una excursión a San Juan de Chamula. En este pueblecito de Chiapas asistimos a una ceremonia religiosa que nos puso los pelos de punta. Primero se reunió un grupo de personas en la plaza que hay frente a la iglesia, cantaron poniendose en una estratégica posición y luego entraron al templo. Allí dentro, donde desafortunadamente no se podían hacer fotos, continuaron el ritual frente a los innumerables santos que allí habían representados mediante figuras. Era muy fuerte lo que veiamos, gente humilde reazando sin parar, otros haciendo rituales rompiendole el cuello a los gallos, mojandose con mezcal (licor extraido del cactus) y otros líquidos. Además el ambiente estaba totalmente humeado con lo que el escenario era más impresionante aun.
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Pues llegó el momento de despedirse de Dani y Lara, pasé unos muy buenos días con ellos pero como siempre en el viaje, toca la hora del "hasta pronto". Agarré la valija y de San Cristóbal me fui a Mazunte en bus de noche, viajando 12 h. Cuando llegué a Mazunte comprobé lo que todos me decían, que era una preciosa playa del pacífico, pero... llovía! ahora es temporada de lluvias (y algún huracan como el Dean), y como los locales me dijeron que seguiría lloviendo durante unos días decidí irme el mismo día a Oaxaca. Así que... 6 h más en bus! A las 24 h de salir de San Cristóbal por fin llegué algún sitio donde dormir bien.
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Oaxaca es una ciudad algo mayor que San Cristóbal y que tiene mucho encanto, tradiciones, buen ambiente, y buena vida nocturna. En el segundo hostel donde estuve (el primero era de lo peor) conocí a Javier (Argentina), Josefa (Francia) y un par de chicas españolas. Con ellos pasé buenos momentos, pero en especial con Javier. Pronto conectamos y pasamos unos días divertidísimos, yendo a los mercados, tomando, saliendo de fiesta, riendonos por todo. Una vez más me sorprendió la amistad que se puede conseguir en unos pocos días. Cuando estás fuera de casa todas los sentimientos son más fuertes, mucho más. Así que en cuanto conectas con alguien ya te parece que es tu mejor amigo. Además allí también conocí gente local muy interesante y divertida.
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En cuanto a los lugares para visitar lo que más me gustó fue el ambiente del Zócalo (plaza central) y el mercado popular. Sobre todo me lo paso genial visitando los mercados donde la gente te vende de todo, desde los chaculines (pequeños saltamontes) y sal de gusanos machacados, hasta ropa y juguetes para niño. En los mercados es donde siempre se respira un ambiente más auténtico. Además comer en uno de esos mercados es toda una experiencia (y un riego para el estómago).
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Así que tras unos días en Oaxaca me despedí muy a mi pesar de mi amigo Javier y de la otra gente para coger el bus con dirección a la capital del pais, México DF!!!
Raúl

sábado, agosto 04, 2007

Viva Cuba LIBRE!!!

Isla Mujeres, México.- Tras un tiempo sin escribir ahora me doy cuenta de que en las últimas semanas han pasado muchas cosas, buenas y malas, como siempre en todo. Después de llegar a Cancún me separé de mis amigos los gringos (1 mes viajando con ellos!).
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Mi llegada a sudamérica no pudo ser más triunfal, enseguida me puse enfermo, muy enfermo! la fiebre me subió hasta 40 °C y el apetito era nulo. Acabé yendo al médico, primer diagnóstico: virus del dengue. Mierda! después de unos análisis urgentes de orina y sangre me dijo que era un virus común, ya podía ser un dengue clásico o cualquier otra cosa. En fin, me recetó unas drogas para que se me pasara y listo. En total estuve una semana enfermo, pero sin duda lo mejor fue el cariño con el que me cuidaron, se portaron muy bien conmigo.

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La última semana en Santa Marta estuvo bien, volví al parque Tayrona, hicimos una salida a la playa, todo perfecto. Lo malo como ya fue en el mes de mayo, la despedida... bueno, sin duda es un hasta luego!
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Super motivado de continuar el viaje tomé el avión hacia La Habana... a por Cuba!!! me hospedé en Centro Habana en casa de una señora que alquilaba la habitación. En Cuba lo más barato y común es alojarse en casas particulares donde te dejan una habitación, baño, y te dan opción a desayunar y cenar allí por unos cuantos dólares más.


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Esa motivación se volvió decepción en los 3 primeros días. Callejeé gran parte de La Habana y, como lo he hecho en el resto de países, me he mostrado muy abierto e interesado a hablar con la gente, para mí la salsa de conocer un país. Pues intentaron engañarme hasta 3 veces en 2 días, me querían llevar a su casa, a restaurantes donde se llevaban comisión, a bares para que les invitara a beber, me querían convencer de que les comprara botellas de ron, etc. Lo peor fue el día en que aprovechándose de la confusión del turista con la moneda (se utilizan 2 en Cuba) me querían cambiar unos 200 dólares por 200 pesos cubanos, equivalentes a 8 dólares. Por suerte no caí en la trampa, pero acabé muy decepcionado. Por qué me tenían que engañar? A esos se les llama "jineteros".
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Así pues me fui de La Habana medio corriendo con dirección a Trinidad. Aquello ya fue diferente, es un pueblo pequeño lleno de casas coloniales y con gente muy amable y tranquila. Lo único que pretendían hacer es vender unos puros y ya está. Uno si quieres los coge y sino pues no, pero al menos no te molestan o intentan engañar como en la capital. Allí pasé 4 días en casa de una familia tranquila. Empezaba el día yendo a la playa o paseando por el pueblo y acababa a la noche en la Casa de la Música donde actuaciones en vivo animaban el ambiente. Un día yendo a la playa conocí a un par de chicas e Barcelona y pasamos el día juntos. También hicimos una excursión al Valle de los Ingenios, y qué alegría hablar catalán después de tanto tiempo! jejeje
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La siguiente escala fue Santiago de Cuba con la idea de disfrutar su tan famoso carnaval, además de celebrar mi cumpleaños. La llegada fue triunfal a las 11 de la noche sin reserva. Me fui con una mujer que me ofrecía habitación en un bicitaxi hacía el centro de la ciudad. Al llegar el conductor me dijo "son 10 pesos". Bien, serán 10 pesos cubanos, porque 10 pesos convertibles (10 dólares) no cuesta eso. Le entregué el billete de 10 pesos cubanos (medio dólar) y... sorpresa, 10 dólares! "Qué???, me intentas timar???" el hombre se puso medio nervioso y me lo dejó en 5 dólares, igualmente caro, pero bueno...
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Santiago de Cuba me gustó mucho. Es una ciudad animada, tal vez no tan bonita como Trinidad, pero con más vida en la calle: música, bares acogedores, buena gente... Estuve 5 días... durante el día paseaba, tomaba fotos, me iba a tomar un café al "Café Isabelica" y escuchar música y a la noche salía a la Casa de la Trova a ver las actuaciones. Una de las noches fui a la zona del carnaval y fue un poco pobre, y es que no es lo mismo que en Salvador de Bahía... Una de las noches salí con una pareja del País Vasco, y otra con un grupo de madrileños. También conocí a todo un personaje cubano llamado Daniel, menudo pieza! estuvo con el ejército cubano en Angola y también se dedicó al jineterismo. Ahora era mezclador de un grupo de música. Menudo personsaje...
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Por cierto, me gustó mucho que la gente se acordara de mi cumpleaños; el 28 tuve muchas felicitaciones por mail y sms. Mil gracias! Me tomé unos cuantos mojitos a vuestra salud ;)
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Tras Santiago y en un duro viaje de 16 h volví a La Habana, adelanté el vuelo de regreso a México 1 semana (imposible aguantar el coste del viaje por Cuba), y me fui a Viñales. Este turístico pueblo es totalmente diferente al resto. Está absolutamente rodeado de vegetación y montañas, precioso. En el bus de ida me hice amigo de Leif, un noruego. Muy buen tipo y experimentado viajero. Allí pasamos 3 días caminando por los alrededores, conociendo a los campesinos recolectores de tabaco, saliendo por la noche a tomar... Uno de los días hice una salida a Cayo Leivisa, una paradisiaca y turísitica playa cercana. Pasé el día sin hacer nada, bañito para arriba y para abajo, música y lectura.
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Con esto me fui de vuelta a La Habana y con, en general, un buen sabor de boca con el viaje a Cuba. Fue de menos a más, pero lo importante es que supe clasificar a la gente. Los 4 jineteros molestosos ya los rechazaba fácil y el resto de cubanos... son maravillosos!
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Como el resto de países todo tiene sus cosas buenas y malas. Lo malo? el alojamiento es caro, lo más caro de Latinoamérica; la noche va de los 20 a los 30 USD. Y la comida... excepto lo que te ofrecían en las casas el resto era basura, 100% basura. Fui a restaurantes buenos y menos buenos, en todos la comida era muy mala... así que mi dieta se basó en sandwich de jamón y queso y pizzas de moneda nacional que ofrecen en la calle (baratas, comestibles y no hacen daño). Algunas veces cenaba en casa de la familia pagando 8 dólares, era lo único decente. A veces necesitas encontrar algunos productos y no es posible, no los hay (ropa, chanclas, todo de muy baja calidad o no lo hay). Los viajes en bus también eran muy caros y muy poco frecuentes, necesitabas reservar con mucha antelación.
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Lo bueno? el carácter de la gente (exceptuando jinenteros). A pesar de todas las penurias que padecen su ánimo y carácter amable y llevadero no se ha venido abajo. El cubano está tremendamente reprimido y bloqueado por su propio gobierno (con ayuda de los yankees), pero aun así sonríen, bromean, gritan, bailan, y viven en la calle. Son gente muy dulce y hospitalaria con el extranjero.

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Desde mi modesto blog pido a Fidel y su sistema que dejen de joder a su propio pueblo, y a Bush y su gobierno que dejen de hundir más al pobre cubano, que ya tienen suficiente con lo suyo. Viva una Cuba LIBRE, pero que sea de verdad!!!
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Ahora ya me encuentro en México, recién aterrizado y motivado de cara a realizar mi último tramo por Latinoamérica. Sin duda echaré mucho de menos el dulce y espontaneo carácter latino, lo mejor que tiene esta gente...



Raúl